Germán Martitegui.
Reinventar el Lujo.

En su trabajo, y en su modo de vida, el lujo es reinventado; se caracteriza por lo simple, que se esgrime en el desarrollo de la quietud; la experiencia duradera en el tiempo; el retorno a las raíces, a lo amoroso, a lo más íntimo.

Acepta el desafío que le propone ATV Arquitectos: curar los locales comerciales y gastronómicos de Sens. Intercambia saberes y experiencias para recuperar la dinámica propia de un barrio con un mercado urbano. Aporta sus conocimientos al diseño de las cocinas de cada una de las unidades.

Una invitación
a reinventar el lujo.

Distinguido en todo el mundo, como cocinero, Germán se caracteriza por sus platos disruptivos. Su búsqueda está en la observación, el retorno a la tierra, los ingredientes, las comidas y los lugares. Encuentra su guía en los orígenes y abre nuevos caminos a través de la cocina, en tanto expresión de la cultura. Se define por adaptar sus exclusivos menús al tiempo y las circunstancias. De ese modo invita a la apertura, a reinventar el lujo, definido en el disfrute, en la pausa y en nuevas experiencias sensoriales tanto en los sabores, como en las texturas cotidianas.

“Los detalles definen los proyectos, por eso cuando planeo algo los sigo durante todo el proceso. Para Sens estamos trabajando en una sumatoria de detalles sensoriales.”

Una experiencia
sensorial.

Germán entiende la imperiosa necesidad de transformar el concepto del tiempo. Interpreta el nuevo significado, lo define en la pausa. Se distancia de la celeridad y de la producción en la urgencia. Invita a una experiencia sensorial aún más extensiva en la que no reconoce el apuro. Y con el mismo espíritu intacto, propone retornar a lo más simple, a la conexión con la historia, con los orígenes, donde lo esencial tiene asidero en el encuentro con uno mismo y con los otros, en la búsqueda de lo verdadero, lo humano, lo sentido.

“Habitar un espacio implica saber verlo de diferentes maneras, por momentos puede ser esencial y por otros más sofisticado.” 

Las texturas provocan. Se presentan como la puerta de entrada al sabor. Advierten e invitan a descubrir qué hay más allá de la superficie. Inquietan, movilizan todos los sentidos. Ver, oler, degustar, tocar. Sentir nuevas emociones en una primera impresión y la invitación a profundizarlas.